Karen salió de la casa enfadada, Steven la siguió. Me levanté asustada, adelanté un paso pero Duff me tomó la mano. Lo miré confundida, él solo miraba con cariño.
-No vayas, siempre lo hacen -dijo él, aún con mi mano entre la suya. Miró nuestras manos, enrojeció y me soltó -En fin, veamos qué películas hay.
-¿No se supone que las personas que se aman... No discuten?
-"Se supone" -dijo haciendo comillas con sus dedos -pero ellos son la excepción.
La puerta se abrió, entrando solo Karen, llena de lágrimas. Avanzó unos cuantos pasos.
-Ahora ella va a abrir la puerta, se encontrará con Steven, se agarrarán a besos, y crean niños -dijo Duff despacio.
Solo lo miré, parecía que eso ya había pasado más de una vez, obviamente. Karen se detuvo, miró la puerta y fue a abrirla, Steven estaba parado frente a ella.
-Perdóname -le dijo él, con una voz tan dulce que conmovía a cualquiera.
-Perdóname a mi, Steven -dijo ella a la vez que lo abrazaba casi aprisionándolo. Comenzaron a besarse alocadamente y entraron en la habitación.
-Viste. Siempre es lo mismo.
-Que tiernos son -comenté, pero él me miró extrañado.
-¿Tiernos? Steven hace que Karen pase rabias siempre, así no se trata a una mujer. Hay que tratarlas bien, cuidarlas, decirles cuánto... Las queremos, la amamos. Hacerla feliz, pasar un hermoso día juntos y que todos los demás sean así -dijo Duff mirándome a los ojos con una mirada brillante, desvié la mirada y tomé algunas películas.
-Vaya, pareciera que estas enamorado.
-Jaja -tosió- Mira, ésta es buena -me mostró una película llamada "Siempre a tu lado, Hachiko", en la portada salía un hombre un perro, parecía ser buena.
La colocó en el DVD, Duff se veía nervioso.
-¿Te pasa algo? -le pregunté.
-No, no nada -se sentó en el sofá, pero se levantó al segundo después -qué maleducado soy, ¿quieres algo? un té, jugo, agua... Alcohol.
-Mmm... Un té estaría bien.
-Ok, vengo en un momento -se fue a la cocina.
Me senté, mirando un momento la casa, era bien bonita, modesta. Sentí que alguien estaba detrás de mí, volteé rápidamente mi cabeza, era Axl.
-Discúlpa, ¿te asusté?
-N... No -claramente se había notado que sí.
-Perdón...-miró a los lados- ¿y Duff?
-Esta en la cocina -dije, se sentó a mi lado.
-¿Qué película verán?
-Ésa -le mostré la caratula.
-Es buena, la vi el otro día. Slash se había puesto a llorar, jaja -me miró, yo solo sonreí -No puedo estar en mi habitación, esos dos inútiles golpean la pared y retumba toda la caza.
-No los he escuchado...
-Si escuchas detenidamente... Podrás oír un muy lindo gemido.
-Axl, por Dios -comencé a reír y él también, pero se calló al ver a Duff llegando.
-Ale, aquí tienes tu té -dijo con una leve sonrisa y volvió a mirar a Axl -¿qué haces aqui?
-Vine a ver la película con ustedes -Duff lo miró con ojos furiosos, y Axl solo reía-Era broma, hombre. Iba a buscar una cerveza o vodka, algo que me emborrache y así no sienta a la pareja de tontos enamorados.
-Ah que bien, ahora fuera.
-Duff, no seas malo -le dije.
-Así nos tratamos entre amigos, ¿verdad Axl?
-No Ale, no le creas, él me trata mal, le caigo mal -se rió.
-Jaja que gracioso Axl.
-Es broma, jaja, sí. Así nos tratamos. Bueno me voy a la cocina a hacer lo que dije, adiós tórtolos -dijo Axl levantándose.
-¿Tórtolos? -pregunté.
-Emmm...