-Qué pasó, George. Por qué esa... Ira.
-No lo sé, Ale, no lo sé -dijo con una voz tan dulce y asustada. Sus brazos seguían presionándome contra él. No me molestaba, claro.
-Siempre hay algo que causa otra cosa, George. Necesitas desahogarte, yo estoy aquí -se apartó de mí y se sentó en el suelo nuevamente. Me senté a su lado. Él miraba atentamente el piso, tenía alguna clase de temor...
-Tengo miedo de mí mismo, de mis sentimientos, de lo que hago... -sus palabras me conmovían, pero a la vez me extrañaban -Tengo miedo de que mis sentimientos por Sofía ya no sean los mismos, pero... No quiero perderle, quiero tenerla en mi vida de alguna manera, tengo sus recuerdos grabados en mi mente, unos hermosos recuerdos pero... -se detuvo y me miró a los ojos -¿Qué pasa si uno solo quiere a otra persona como amiga? Una amiga que no se vaya nunca, pero no quiero verla con Paul... O... No sé...
-No sé qué... Decirte, me dejas confusa...
-Si termino con ella, irá directo a los brazos de Paul. Una parte de mí no le importa, pero la otra me grita que no la deje ir.
Esta conversación me estaba incomodando, él hablaba del amor de su vida en frente mío y conmigo. De verdad que me incomodaba, solo quería irme del lugar y perderme en una isla desierta en que solo me encuentre con mis pensamientos. Eso sería lo mejor.
-¿Sabes por qué hay una parte a la que no le interesa nada de esto? -dijo interrumpiendo mis deseos -Porque esa parte solo anhela estar contigo, le dan ganas de abrazarte, mirarte... Besarte... Pero la otra me ata a Sofía y hace que impida el quererte como se debe... No me gustaría que te vayas de mi vida, de aquí, ahora.
Esas palabras no me las esperaba. Solo quería atraparle entre mis brazos y dejar que nuestros sentimientos fluyan, pero algo no me dejaba hacerlo, ese algo que estaba odiando... La confusión de George.
Los dos quedamos mirando el piso, como si fuéramos dos extraños sentados en el mismo lugar. No sabía las palabras correctas para decirle, creo que él esperaba eso.
-Creo que deberías ir a tocar con los chicos -fue lo único que se me ocurrió. Él me observó, como decepcionado, esperaba a que le dijera otra cosa.
-No lo aré hoy, ya no lo hice y no lo quiero hacer -sus palabras eran indiferentes, dejó caer su mano en la mía y la agarró con fuerza, no quería que me fuera.
*Narra George.
Le tomé la mano, esperaba a que se diera cuenta de que no quería que se apartara de mi lado, necesitaba estar con alguien y ella era la persona perfecta y correcta. Tenía unas ganas enormes de tomar su rostro y besarla, de hacerla mía... De amarla. Pero cada que pensaba en eso, Sofía se asomaba en mis pensamientos y me detenía a hacer tanta locura.
Decidí olvidar a Sofía un momento, ya estaba cansado de atarme a ella y que ella ni se diera cuenta de cuánto la quería. Ahora solo la veía como mi hermana pequeña a la que debía cuidar y alejar de las cosas malas, cuando saliera de esta habitación, no sabía si la volvería a mirar como antes...
Miré a Alejandra, parecía que mis ojos estaban húmedos, quería llorar. Necesitaba llorar, pero no lo aré, no con ella aquí, no me quiero demostrar débil frente a ella. Al parecer, ella estaba nerviosa, no sabía que decir, yo esperaba a que me dijera "bésame" o "abrázame" o lo que sea, si lo dijera, no dudaría en hacerlo.
-George... -dijo ella. Vamos Ale, dime lo que quiero oír, dilo. -Debo irme.
Si ella no lo dice, lo aré por cuenta propia. No aguanté más, tomé su rostro con mis manos, la miré a los ojos...
ooooh vamos george bésala!!!!!!
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!
ResponderEliminarBeso!! Beso!!! Beso!!! ♪♪
que emoción!!!!!! que la beseeeee!!!!! :D