jueves, 20 de enero de 2011

"Here come the sun" La Novela. Capitulo 27


-No digas tonteras Jessica, entiende que él no me gusta –dije enojada.
-Sí, claro, y ahora las vacas vuelan.
-Ja-Ja. Qué graciosa –comenté sarcásticamente. –Entiende que no me gusta para nada, y si fuera así… Igual… No tendría ninguna oportunidad con él. Tiene novia y la ama.
-¿Lo ves? Una persona desinteresada no habla así. Te mueres por él, admítelo.
-Sabes Jess, mejor hablemos otro día –estaba algo desganada… Recordé las palabras de George diciendo que la amaba…
-Ah, no te enojes, perdón. Cambiemos de tema, ¿si?
-No me enojé, no te preocupes. Lo que pasa es que estoy algo cansada y debo estar bien para la noche….
-¡¿Vas a salir?! Y no me dices nada, qué mala eres.
-No voy a divertirme, Jessica. Es que… -tanto que le digo que no me gusta George y voy a andar diciéndole que me juntaré con él en el club. –No voy a salir, digo eso porque iré a ver a Edgar para ensayar unas líneas.
-Yo planeaba ir al “The Cavern”, ¿no quieres ir? –rayos, qué hago ahora.
-Eh, tal vez me pase para allá luego, ¿ok?
-¡Vamos! No te quedes como vieja ensayando algo que haremos el lunes, por favor. No quiero estar sola.
-Esta bien –Ok, me salvé.
-¡Gracias! Pero… No sé que ponerme…
-¿Quieres que te ayude?
-Por favor, te espero en mi casa ahora.
-Vaya, veo que esperabas esa pregunta jaja.
-Sí, sí, ahora ven.
-Bueno, no te desesperes mujer –las actitudes de Jessica a veces me causaban mucha gracia –Nos vemos allá, adiós.
-¡Adiós! –me cortó.
Tomé la ropa que me compré para aprovechar de colocármela en su casa. Ayudar a Jessica a escoger ropa es como hacer que a los gatos les guste el agua… Algo difícil… Muy difícil diría yo.
Caminé rápidamente para tomar un taxi en la esquina, su casa no quedaba muy cerca de la mía, así que tomé el primero que pasó. A los 10 minutos ya estaba afuera y toqué el timbre. Ella me abrió rápido.
-Tanto que te demoraste Alejandra.
-Eh, solo fueron unos diez minutos. Exagerada.
-Eso es mucho. Ya entremos.
Subimos a su habitación, tenía su cama toda amontonada con ropa.
-¿Ale? –preguntó ella.
-¿Sí?
-¿Y esa ropa que tienes en la bolsa?
-Ah, es para ir al club.
-Cómo te compraste ropa tan rápido, se supone que… -me puse nerviosa, ella miró mis ojos -¡Ya sé! Me estabas mintiendo Ale… No ibas a ver a Edgar.
-Por.. Por qué lo dices…
-Ibas al club al igual que yo… A ver a George, ¿lo ves? Te gusta.
-No, no, no mal pienses. Es que… Él me dijo que viniera y bueno… Cómo decirle que no.
-Tus ojos brillan cuando hablas de él, Ale…

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