"Here come the sun" La Novela. Capitulo 1

-Ya tengo a unos candidatos en la vista. -Me dijo el director con una sonrisa de oreja a oreja. Estuvo mucho tiempo buscando a un actor para la película en la que yo sería la protagonista. Me otorgó una lista de nombres, el cual no entendí.
-¿Y esto? –Pregunté extrañada.
-Los candidatos, elige uno.-Pronunció él mientras guardaba sus cosas en un bolso. No encontré correcto que debiera escogerlo yo, puesto a que no sé como son frente a las cámaras.
-¿Qué? ¿Así como así? –Dije nerviosamente –Ni siquiera los conozco. Tendríamos que hacer un casting…
Jack se detuvo un momento y me miró aturdido. Entrecerró sus ojos, pensativo, y agregó:
-Tienes razón, mmm… Los llamaré para que vengan mañana por la tarde. Supongo que todos ellos serán buenos siendo uno con la cámara –Al terminar de decir aquello, comenzó a hacer un gesto con sus manos como si sostuviera una cámara y empezó a “grabar” la escena.-Me gusta, me gusta –Se detuvo en mí y unos segundos después dejó caer sus manos.-Te espero aquí mañana temprano para que te aprendas unas líneas para el casting.
-Tú y tus tics de camarógrafo, jaja –Esbocé una sonrisa y miré mi reloj.-Ok, estaré aquí a las ocho en punto –Agregué mientras me levantaba.
-Ja, que chistosita, agradece que te escogí para mi película.
-Oh, es un honor –Le guiñé el ojo y salí del lugar.
A Edgar no le gustaban mucho las bromas, y cuando trataba de ser gracioso solo parecía un amargado, pero yo le entendía su humor negro y él el mío. Él tenía ya cuarenta y tres años, lo conozco desde que era pequeña, un gran amigo de la familia. Según él, yo tenía una gran posibilidad de ser actriz, aunque la verdad no me gusta para nada actuar, éste papel lo acepté porque lo quiero, le tengo mucho cariño y no iba a herirle sus sentimientos.
Volví a mirar la lista, habían tan solo cinco nombres, uf, no conocía a ninguno y lo peor, la película era romántica. Que…Incómodo.
Me detuve en una pequeña tienda para comprar un par de alimentos para la cena. Fui a ver los cafés, habían muchas marcas y sabores, no sabía cual llevar. Tomé un capuchino y con la otra mano, un expreso. Los miré algo aturdida, no tengo idea de cual sería mejor.
-Capuchino vainilla, esa es una gran elección. El expreso es muy cargado, a menos que te guste así.-Dijo un chico interrumpiendo mi debate. Subí la mirada, era guapo, de ojos azules.
-Ah, gracias.-Guardaste el expreso y tomaste el capuchino.
-Por cierto, soy Jake, mucho gusto –Extendió su mano esperando a que le diera la mía. Lo volví a mirar algo sorprendida, cambié de mano el café y estreché la mía con la suya.
-Soy Alejandra, un gusto conocerte –Sonrió.
-Lindo nombre, Ale, ¿te puedo llamar así?
-Este em, sí. Hey Jake, tengo que ir a mi casa ahora, luego nos vemos –Dije algo cortante, me sentí mal por aquello, intenté arreglarlo –Me gustó haberte conocido.
-También a mi, tal ves nos veamos otra día, ¿no? –Dijo aún con esa enorme sonrisa pasmada en su rostro. No sé porque eso hizo que me ruborizara…