martes, 14 de diciembre de 2010

"Here come the sun" La Novela. Capitulo 8


Me abrazó para que pudiéramos entrar, eso me hizo ponerme muy nerviosa, pero lo tomé de la espalda con suavidad para no parecer que lo rechazo, algo que es todo lo contrario a mis pensamientos.
-Que cómodo –Me dijo mirándome a los ojos, su rostro estaba muy cerca del mío. Unas chicas aparecieron corriendo y gritando alocadamente, pero no lograron divisarnos. George aún no me dejaba de abrazar aunque las chicas ya se hayan ido, no le dije nada, estuvimos así un rato largo, pero pareció corto.
Mi teléfono celular comenzó a sonar cortando el lindo momento. Traté de bajar mi mano pero era casi imposible, pero lo logré. Contesté.
-Emm, ¿hola? –Dije desganada, aquel personaje arruinó el momento.
-Alejandra, ¿cómo estás?
-¿Quién eres?
-Soy Jake, disculpa.
-Jake, no es un buen momento, ¿te puedo llamar luego?-Respondí. George me miró atento a lo que le decía.
-Perdón, pero me llamó Edgar diciéndome que yo sería el protagonista, y quería avisarte.
-¿Qué?-Dije confundida y enojada-Pero si yo iba a escoger al protagonista, no él.
-¿No me ibas a escoger?
-Este…No lo sé, Jake, tenía que ver las cintas.
-Eso es un no, supongo.
-No seas niño, tengo que ver cómo actuaron todos.
-Esta bien, velos y dime si quedo o no.-Dijo enojado y me cortó.
-Creo que ya se fueron las chicas –Dijo George, tomándome de la mano para salir del callejón-¿Era tu enamorado?
-¿Quién se supone que es mi… Enamorado? –dije confundida.
-Jake ojos perfectos.
-Jajaja, ojos perfectos –Eso me causó gracia, pero George lo había dicho serio-Sí, era él.
-Vaya que lo tienes loco de amor, te llama, te sigue por la calle…
-No es amor, sólo somos amigos.
-Para él significas otra cosa...-dijo moviendo sus cejas de arriba abajo.
-¿Me vas a decir por qué esas chicas te perseguían como locas? –Cambié de tema, era algo incómodo hablar de Jake con él.
-Soy el guitarrista de Los Beatles, Ale –Emitió cerrando sus labios con fuerza, parece que no me lo quería decir.
-Eso… No me lo esperabas –Dije sorprendida. George bajó la mirada, parecía triste.-¿Qué ocurre, George?
-No quiero que cambies, por favor, has como si fuera un chico ordinario –Me decía suplicando.
-George, no voy a cambiar por el hecho de que seas famoso. No tendría por qué hacerlo.
-Me gustaba que no lo supieras, te hacía misteriosa.
-¿Y ya no lo soy? –dije sonriendo.
-Algo –También con una sonrisa en su rostro.
Comenzamos a caminar por la vereda hasta llegar a una pequeña casita de color rosa pastel, George tocó la puerta y salió una anciana de cabellos plateados. Ella, al ver a George, puso una cara triste y bajó la mirada.
-Lo lamento cariño, aún no ha llegado –Dijo la señora mirándolo…

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