"Here come the sun" La Novela. Capitulo 2

-Claro –Esa fue la única respuesta que hallé en ese momento. Le hice un gesto con el café refiriéndome a que debía ir a pagarlo, Jack me guiñó el ojo y se volteó para así terminar sus compras al igual que yo.
Terminé de pagar las cosas y fui a la salida pero el sonido de mi celular me interrumpió. Sobresaltada dejé las bolsas en el suelo y saqué el teléfono de mi bolso.
-¿Hola? –Dije aún un poco alterada.
-Ale, uno de los chicos no podrá venir, así que solo habrán cuatro personas –Dijo Edgar en tono de decepción y nostalgia –Bueno, igual era el que menos me convencía.
-No te pongas triste, Edgar, uno de los cuatro será perfecto para el papel, te lo aseguro –Traté de subirle el ánimo.
-En fin, mejor llega a las once, no me quiero levantar tan temprano.
-Ya comenzaste con tu flojera, quién te entiende. –Sonreí, subí la mirada y vi a Jack observándome a unos cuantos metros –Eh, te tengo que colgar, allí estaré mañana. Cuídate, besos, adiós.-Colgué y guardé rápidamente mi celular. Ese hombre tenía una capacidad de hacer que cualquiera se ponga nerviosa. Tomé las bolsas y salí de la tienda.
-Espera, Ale –Dijo el chico de ojos azules tomándome del hombro –Se te quedó una bolsa –Mostrándome el paquete con esa sonrisa suya.
-Oh, que distraída soy, lo lamento –Tomé la bolsa –Gracias.
-Supongo que merezco como mínimo tu número de teléfono –Señaló algo pícaro.
Lo miré unos segundos, no sé que vio en mí que le haya interesado, un hombre tan apuesto como él estaría persiguiendo chicas rubias de ojos verdes o azules.
-Jaja, creo que sí. Es el 74298xxx.
-Ok, ¿te puedo llamar mañana? –Dijo con una sonrisa de oreja a oreja, algo esperanzado.
-Por supuesto –Dije, aunque la verdad, sería incómodo.
-¡Hecho!. Mañana te llamo. Bueno ahora me voy, adiós. –Se despidió de mí con un beso en la mejilla algo lento, pero tierno. Se dio la vuelta y se largó.
Después de caminar un rato, llegué a mi casa y guardé los víveres en su lugar. Vi un poco de televisión, ya estaban dando las noticias, y como siempre, aparecían Los Beatles con nueva información sobre sus próximos conciertos o cosas así. Vaya que son guapos –pensé –En fin, después de aquello, me serví la cena y me duché para ir a dormir. Mañana sería un día agotador… Vaya.

Al día siguiente, me desperté cerca de las nueve y media, por ahí y tomé desayuno. Me serví el capuchino vainilla que me hizo recordar al chico de la tienda, era bastante sabroso, él tenía razón. Después de aquello, tomé una pequeña ducha y me fui al casting. Otra vez comenzó a sonar mi celular, lo contesté.
-Edgar.
-¿Dónde estás? –Dijo un poco asustado.
-Llegando, pero por qué te preocupas, si acordamos a las once, ¿no?
-Exacto, y son las doce –Ahí ya cambió su tono de voz en algo un poco más enojado -¿Viste la televisión? Cambiaron la hora a la de verano –Dijo serio. Me sentí algo tonta, puesto a que no sabía lo del cambio de hora.
-Llego ahí en cinco minutos, lo lamento. –Corté y me puse a correr…